La
Convención Colectiva Petrolera y del Gas debe ser el apalancamiento para
garantizar El Programa de la Patria; puesto que desde allí se debe Defender,
expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después 200
años la Independencia Nacional; elevando la conciencia e ideología del pueblo,
los trabajadores y trabajadoras, para continuar el legado de la construcción
del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI en Venezuela; y así preservar y
consolidar la soberanía sobre los recursos petroleros y demás recursos
naturales estratégicos, impulsando, consolidando y profundizando la
participación protagónica, revolucionaria y política de los trabajadores y
trabajadoras en la planificación de las actividades petroleras y gasíferas;
para convertir a Venezuela en un País Potencia en lo social, económico y
político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y El Caribe, que
garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América.
Todo lo
anterior es consonó con la lucha legendaria de la clase trabajadora en
Venezuela liderada por su vanguardia quiénes son y seguirán siendo las y los
trabajadores petroleros que a través de su conciencia de clase fueron
cimentando los derechos y beneficios para el colectivo del cual formaron parte;
es bueno recordar a los compañeros compatriotas y camaradas petroleros que la
primera incursión y gesta fue enfrentar a las transnacionales petroleras que
sometían a los trabajadores a las más aberrantes y viles formas de explotación,
esto fue nada menos que la organización de la primera huelga nacional
petrolera, en tiempos de una de las dictaduras más crueles como fue la de Juan
Vicente Gómez.
Esta
huelga fue acompañada en el estado Zulia por la participación activa de las
compañeras solidarias de los huelguista, y esta gesta hizo retroceder a las
transnacionales petroleras de la época, tales como, Mene Grande Oíl Company,
Shell, Sinclair, Creole Petroleum Corporation, quienes quedaron impresionados,
que trabajadores en situación muy precarias, el que no tenía paludismo tenia
dolencias de tuberculosis y desnutrición, producto de tanta mezquindad,
humillación y barbarie de los representantes de estas empresas.
Lo
anterior hizo retroceder a los representantes de las compañías petroleras, al
pelotón de soldados que al ver tanta firmeza y valentía no les quedó más
remedio que retirarse del sitio dejando la manifestación de los trabajadores
huelguista y planear la represión de los dirigentes que patrocinaron y
participaron en ese movimiento, que rescato la dignificación de los
trabajadores y sus familias.
La
represión no se hizo esperar, mucho de los dirigentes fueron encarcelados y
enviados a construir carreteras, pero lejos de acobardarse la clase trabajadora
petrolera fortifico lo que ha sido siempre la actitud revolucionaria y
socialista que han tenido los trabajadores petroleros; los sacrificios de
cárcel, persecución y muerte tuvo sus efectos, puesto que los trabajadores
lograron: el suministro de agua potable, un pequeño aumento, la construcción de
modestas barracas, la reducción de las jornadas de 14 y 12 horas a 9 horas y la
responsabilidad por los accidentes laborales de las empresas transnacionales.
Como consecuencia de esto el gobierno se ve obligado en el año 1928 a decretar
la primera Ley del Trabajo.
Subsiguientemente
la lucha petrolera continúa y arrecia hasta lograr la Ley del Trabajo de 1936,
la cual fue satanizada por las compañías petrolera transnacionales, siendo
Presidente para esa época el General Eleazar López Contreras de orientación
liberal; facilitando una nueva Ley del Trabajo que sustituyo la Ley del año de
1928. La nueva Ley consagró los beneficios básicos que aspiraban los
trabajadores tales como Libertad Sindical, convenciones colectivas, reducción
de la jornada a 8 horas y la responsabilidad de los patronos en los accidentes
y enfermedades ocupacionales.
La
negativa del patrono petrolero en el cumplimiento de la nueva Ley del Trabajo,
no se hizo esperar por la respuesta firme del movimiento de los trabajadores
petroleros, mediante una acción de protesta frente al ataque y agresividad
patronal, que no atendió razones ni acuerdo para evitar el conflicto. Ante esta
actitud los trabajadores petroleros ejercieron legalmente el derecho de huelga.
La huelga
petrolera nacional paralizo totalmente la industria petrolera, de noviembre de
1936 a enero de 1937; ante la intransigencia patronal y las actividades anti
sindicales que agravaron el conflicto, que por su duración estaba afectando la
situación financiera del país, el gobierno dicta un decreto que ordena la
paralización de la huelga y la reanudación de las labores, ordenando que el
conflicto culmine mediante un arbitraje obligatorio que puso fin a la huelga.
El laudo arbitral obligatorio dictado el cual reconoció algunos derechos, fue
un avance positivo de los trabajadores petroleros y sus reivindicaciones más
sentidas especialmente la obligación de las contratistas de cumplir con la
inherencia y conexidad que ha sido siempre bastión reivindicativo para evitar
que las trasnacionales incumplieran la nueva legislación.
Durante los
periodos de gobiernos anti obreristas que persiguieron a la clase obrera
especialmente a la petrolera, sus dirigentes, quienes más connotados fueron los
comunistas, socialistas y otras organizaciones políticas y sindicales, prueba
de ello que las discusiones de las convenciones colectivas, no se paralizaron
durante el gobierno autoritario de Marcos Pérez Jiménez y el periodo de la
cuarta república. En el año 1997 el Ejecutivo Nacional auspicio una reforma del
régimen de prestaciones sociales que fue aprobado por el antiguo Congreso de la
República, mediante la reforma inconstitucional atentatoria contra una de las
instituciones más emblemáticas del derecho social del trabajo venezolano.
Se
eliminó el régimen logrado con retroactividad del derecho adquirido y
sustituyendo por un régimen que hirió de muerte a la conquista más importante
lograda por los trabajadores. Ante esta situación los trabajadores petroleros
no aceptaron el nuevo régimen ya que habían consolidado por la vía de las
convenciones colectivas la retroactividad como derecho adquirido de las
prestaciones sociales y la inamovilidad de los trabajadores petroleros. Este
gesto de los trabajadores fue imitado por otros sindicatos que siguieron el
ejemplo de lo que nosotros llamamos siempre la vanguardia trascendental
petrolera.
Este
nuevo contrato colectivo es un reto para cumplir el mandato expreso de nuestro
Comandante Eterno HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS, el Primer Presidente Obrerista, de
lograr la mejor Convención Colectiva petrolera del movimiento sindical
socialista de la historia laboral venezolana bajo los principios de la
intangibilidad, la progresividad y la irrenunciabilidad la preeminencia de la
realidad y los hechos frente a la formas o apariencias. Para ver el contrato
completo con sus clausula en formato PDF haz clic aquí